Notas al margen - Alberto Sala Mestres
15 de junio de 2021
En febrero de 1894 llegaron a La Habana, trasladándose después a Santiago de Cuba, dieciséis cuadros del Museo del Prado seleccionados por el Director de la institución Federico de Madrazo y Küntz, según consta en el listado que se conserva en los archivos del Museo. Los cuadros, entre los que había paisajes, retratos y obras de temática alegórica y mitológica, se cedían en calidad de depósito a la denominada entonces Diputación Provincial de Santiago de Cuba.
Al finalizar la Guerra Hispano-Americana [Spanish-American War] (abril-diciembre 1898), y tras la firma del Tratado de Paz entre el Reino de España y los Estados Unidos de América (París, 10 de diciembre de 1898) los cuadros permanecieron en Cuba. Cabe interpretar que se traspasaron a los Estados Unidos en virtud del Artículo VIII del citado Tratado de Paz, donde se estipula que "España renuncia en Cuba... a todos los edificios. muebles, cuarteles, fortalezas, establecimientos, vías públicas y demás bienes inmuebles que, con acuerdo a derecho, son de dominio público y como tal corresponden a la Corona de España".
El 12 de febrero de 1899 se funda, en Santiago de Cuba, el Museo Provincial Emilio Bacardí Moreau. Durante las dos primeras décadas el Museo, denominado ya como Museo Municipal, se instaló en varios inmuebles que eran inapropiados para su función, y en 1922 se inició la construcción de un edificio (ver imagen supra) con características idóneas, que fue inaugurado el 27 de octubre de 1927.
El Museo consta actualmente de tres salas de exposición, que coinciden con los tres niveles del edificio: Arte, Historia y Arqueología (1).
En la Sala de Arte (situada en el segundo nivel) se exponen, entre otras obras de pintura europea, doce obras (2) de las dieciséis que llegaron a Cuba en 1894. Cuatro de ellas (3) no han podido ser localizadas, y es probable que se encuentren en colecciones particulares fuera del país.
Los catálogos y la información proporcionada por el Museo Municipal Emilio Bacardí Moreau indican expresamente que esas doce obras provienen del Museo del Prado, pero no se especifica que se encuentran en depósito. Por el momento, España no ha reclamando su pertenencia, aunque en los últimos años varias obras del Museo del Prado cedidas en depósito a Museos e instituciones culturales de diferentes países (4) han regresado paulatinamente a su ubicación original.
Cabe destacar que Cuba es el único país donde puede verse, actualmente, una colección permanente de obras del Museo del Prado.
(1) Como un dato curioso, se señala que en la Sala de Arqueología se exhibe una momia egipcia originaria de Luxor (antigua Tebas), adquirida por Emilio Bacardí Moreau en un viaje a Egipto realizado en 1912. Los expertos han datado la citada momia en el período ptolemaico (323 - 30 a.C.).
(2) Paisaje con montaña y río, Paisaje con caza de oso y Paisaje con río (Matías Jimeno, ? - 1657), David con la cabeza de Goliat (Guino Reni, 1575-1642), Retrato de la reina Margarita de Austria (Juan Pantoja de la Cruz, 1553-1608), Retrato de la reina María Josefa Amalia de Sajonia [esposa de Fernando VII] (Johann Carl Rössler, 1775-1845), La Primavera, El Verano, El Otoño y El Invierno (José de Madrazo, (1781-1859), Retrato de Amadeo I (Salvador Martínez-Cubells (1845-1914), y el Asunto Mitológico [en la actualidad se titula Arco Iris] (Rafael Tegeo Díaz, 1800-1856).
(3) Retrato de la Reina Mariana de Neoburgo (Jan Van Kessel (1626-1679), El sueño de Diana (César Álvarez Dumont, 1866-1945), Paisaje con figuras (Rafael Tegeo Díaz, 1798-1856) y Retrato de Fernando VII (autor desconocido).
(4) Los historiadores denominan a estos cuadros ubicados fuera de España como El Prado disperso.
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Buenos dias:
ResponderEliminarErudito y brillante pero didactico e interesante como siempre.
Un abrazo
Alfonso Iñigo
Muy interesante, como siempre, Alberto. Es información de la normalmente carecemos. Gracias por seguir culturalizándonos. Un abrazo, María Jesús
ResponderEliminarInteresante y bien documentado artículo. Soy Miguel tu compañero de facultad. Un saludo
ResponderEliminarNos despiertas la curiosidad y nos descubres misterios. Gracias Alberto, tus descubrimientos compartidos son nuestro disfrute. Un abrazo. Paloma
ResponderEliminarHola Alberto, que joyas nos has descubierto que hay en la Isla. Habrá que ir a Cuba y visitar su museo! Muy interesante artículo, fascinante relato, como siempre. Felicidades!
ResponderEliminarCristina Cao
Genial, Alberto. Siempre nos sorprendes con tus escritos. En casa esperamos intrigados tus puntuales publicaciones a mediados de mes, siempre el 15 :) y casi siempre consigues sorprendernos. Gracias
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