Notas al margen - Alberto Sala Mestres
15 de febrero de 2022
En mi niñez, cuando me llevaban al cine, siempre me impresionaba que, al inicio de alguna de las películas, apareciera en la pantalla un león rugiendo. El mamífero carnívoro siempre era el mismo en esa época, como símbolo de la compañía cinematográfica estadounidense Metro Goldwyn Mayer (MGM), cuya historia pude conocer años después.
La compañía se fundó en 1924 al fusionarse tres productoras de cine, entonces mudo: Metro Pictures Corporation, Goldwyn Pictures y Louis B. Mayer, y al unirse las diferentes marcas comerciales surgió un nuevo nombre, ya ahora casi centenario, conocido como la Metro Goldwyn Mayer.
El primer león cinematográfico se llamaba Slats, y pertenecía a Samuel Goldwyn, que lo utilizó como logo de su empresa a partir de 1917. En el período 1924-1928 Slats, ya incorporado a la MGM, desde la pantalla solo miraba al público sentado en la platea sin emitir rugido alguno, ya que en esa época las películas eran mudas.
Con la llegada del cine sonoro hizo su aparición Jackie, el segundo león de la MGM, que era muy parecido a su antecesor y tuvo el privilegio de rugir por primera vez en una pantalla de cine al inicio de la primera película sonora de la MGM White Shadows in the South Seas (Sombras Blancas, en español) realizada en 1928 en blanco y negro. Aunque dejara de trabajar para la productora de cine en 1931, su imagen y sus cuatro rugidos se siguieron utilizando hasta 1956.
A continuación vendría Tanner (1934-1956), cuya imagen se alternaba con la de Jackie, y después George (1956-1957). El último león se llamaba Leo, que apareció en pantalla en el período 1957-2021 rugiendo tres veces y con una melena más corta que sus antecesores (ver imagen supra). La grabación de los rugidos era muy sofisticada, y en ocasiones mezclada con rugidos de tigre para conseguir un deseado efecto de "trueno" que impactara en los espectadores.
La última variación del logotipo cinematográfico tuvo lugar en marzo de 2021. El legendario animal de carne y hueso ha sido reemplazado por una imagen digital en tonos dorados que intenta mantener la esencia de sus antepasados.
Tras unas largas negociaciones, en mayo de 2021 Amazon ha adquirido la Metro Goldwyn Mayer por la friolera de 8.450 millones de dólares, incorporando a su catálogo alrededor de 4.000 películas y 17.000 horas de series televisivas, que suman en total más de 180 Oscars y 100 Emmys otorgados en diferentes períodos.
En España algunas empresas han utilizado también el nombre de animales para identificar sus marcas comerciales. Quizás la más famosa sea el Anís del Mono (1), seguida de Pastas Gallo, las sopas y cubitos de concretado de caldo Gallina Blanca, la ropa masculina El Ganso, los artículos de piel El Caballo y El Potro, y el desinfectante El Pato entre otras, sin olvidar a la legendaria revista La Codorniz (1941-1978).
Mis lectores españoles de cierta edad recordarán el papel higiénico Elefante, heredero directo del papel de periódico, famoso por ser un papel recio y áspero. Sus caras eran diferentes: una de ellas más deslizante y con más brillo que la otra cuya densidad permitía, en algunos casos, incluso la escritura.
En mi época universitaria en Madrid, en la década de 1960, teníamos en el Colegio Mayor a un compañero, estudiante de Filosofía y Letras, que escribía sus versos y poemas utilizando el rollo de papel Elefante, colocando después algunos de esos textos literarios en la pared de su habitación a modo de papiros o pergaminos. El Director del Colegio Mayor tenía por costumbre en esa época visitar esporádicamente, de forma inesperada, la habitación de un residente elegido al azar para preguntarle sobre su vida académica y colegial, verificando de paso el estado del habitáculo y su higiene. Al visitar la habitación del citado compañero se quedó sorprendido de tan curiosa decoración, advirtiéndole al despedirse de él que sería adecuado reducir la exposición solo a un par de pergaminos. Prosaico recuerdo estudiantil...
(1) Si nos fijamos en la cara del mono que aparece en la etiqueta del Anís del Mono veremos que tiene facciones humanas. En realidad se trata de un retrato del naturalista Charles Darwin (1809-1882), que no se sabe si aparece en tono de burla o reconocimiento, ya que el mono sostiene un papel con la inscripción "Es el mejor. La ciencia lo dijo y yo no miento". En la parte superior de la etiqueta se puede ver un error ortográfico que ha permanecido inalterable a lo largo de los años: la palabra "destillación" por "destilación". En cuanto a la curiosa forma de la botella, es una copia de un frasco de cristal adiamantado de un perfume que el propietario de la destilería Vicente Bosch compró en París en 1870 para su mujer, pagándole al perfumista los derechos para usar el modelo que registró a su nombre en 1902. Nadie sabe quién fue la primera persona a la que se le ocurrió utilizar la botella de Anís del Mono como un instrumento musical navideño, pero la tradición perdura y acompaña en ocasiones a los villancicos.
Buenas tardes:
ResponderEliminarSencillo ilustrado y delicioso, siempre un placer.
Un fuerte abrazo
Alfonso Iñigo
En mi ya remota y muy mermada memoria no aparece más león que el melenudo, que ahora y gracias a este blog, sé que se llamaba Leo; éste es el único que acompaña mis recuerdos cinéfilos. Pero resulta curioso conocer los orígenes y la "trayectoria animal" que nos relata este interesante blog.
ResponderEliminarDesde pequeño había visto películas MGM que siempre tenía el comentario de mis padres "Es una buena película, es del león". Alberto, tu explicación me trae estos recuerdo de mi niñez, además me complementan detalles que desconocía. Me ha resultado muy interesante. Muchas gracias.
ResponderEliminarQue curioso relato, yo también tengo esa imagen, de pequeña, ver al impresionante león en las películas americanas. Saber su origen e historia, del que nos ha acompañado en esos espacios de entretenimiento ha, sido gratificante. Debió ser, en la época, una gran novedad oír los ya famosos rugidos de ese animal. Una historia muy documentada, no ha faltado detalle. Gracias por el escrito!!!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho! Gracias por compartir tus anécdotas.
ResponderEliminarHay Imágenes, olores, sabores, que se quedan gravados para siempre. El cine ha significado mucho en mi vida, mas en mi niñez/juventud, todo esta lleno de esas sensaciones y por supuesto del león, con su rugido inconfundible, ahora ya menos , como mucho oigo la frase de "esto es mas antiguo que el león de la Metro".. jajajaj y en algunas ocasiones se dirigen a mi.
ResponderEliminarEn mi pueblo siempre echaban, junto a la película ( a veces de doble sesión ) dibujos animados, bueno pues, cuando coincidía el rugido del león junto a la presentación de los dibujos de la Warner, con Bugs Bunny comiendo la zanahoria.. ese dia era un dia feliz para mi.
Del anís del mono , daría para una novela, también dejo huella en mi , rebajado con agua se enturbiaba... el pernoud español, a los niños se nos ofrecía ... como estaba rebajado .. jajajaj. Por cierto, reconozco que yo he estado mas de una vez con "el mono" .... con este mono , claro, por cierto se me pone ahora a huev lo de hablar del caballo , pero eso lo dejo al margen, para otra nota
Del papel El elefante ¿que quieres que te diga?... no me gustaba su tacto, casi prefería pasarme un trocito de una hoja del "7 fechas" aunque se me quedara calcado en el orto un trocito del horóscopo.
Bueno amigo Alberto, nos vimos el otro dia , pero me supo a poco y no recuerdo si las chicas nos dejaron hablar, porque eran mayoría
Demetrio, tus simpáticos comentarios siempre nos sacan, como poco, una sonrisa. Gracias
EliminarMuy interesante y ameno. Como siempre, datos curiosos y lectura amable, todo un regalo. Gracias
ResponderEliminarQué interesante tu artículo, como todos, me encanta leerlos. Siempre nos traen recuerdos y conocimiento sobre una época que vivimos y que gracias a ti rememoramos.
ResponderEliminarHasta pronto, seguimos esperando el próximo. Un abrazo
Enhorabuena, muy interesante Alberto, he aprendido muchas cosas de tu artículo y también me ha hecho recordar otras tantas, a tu larga lista quizás podríamos añadir el tigre de Esso, el camello de Camel, el cocodrilo de Lacoste y el murciélago de Bacardí, seguro que cualquiera que explore un poco en internet seguro que saca unos cuantos más.
ResponderEliminarComo siempre muy interesante y ameno leerte. Y para los q como yo tenemos mala memoria, la oportunidad de recordar de forma amable anécdotas de nuestro pasado. Gracias y un gran apapucho
ResponderEliminarQué interesante! Me entusiasma que encuentres historias interesantes en detalles que parecen insignificantes. Una imagen conocida como el león de la Metro tiene toda una historia detrás, que sólo nos damos cuenta cuando nos la señalas. Bravo Alberto tu curiosidad despierta la nuestra
ResponderEliminarEntretenido y bien escrito. Nuevo, variado e interesante. Sigue así porque llegas a las personas.
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