Notas al margen - Alberto Sala Mestres
15 de abril de 2025
Teniendo
en cuenta la escasa distancia que lo separa de Barcelona, unos
sesenta kilómetros, he tenido ocasión de visitar Montserrat en
varias ocasiones durante mis viajes a la Ciudad Condal. Desde la
carretera, la visión del modelado del macizo siempre me pareció
impresionante y de una singular belleza. El conjunto es un enorme
macizo de roca, generalmente caliza, de aspecto dentado y aserrada
(de ahí el origen de su nombre en catalán Mont-serrat), formada en realidad por
infinidad de monolitos, agujas, bloques de roca, etc. que le dan un
aspecto irregular de dientes de sierra, pero siempre procedentes de
una misma matriz.
La referida morfología irregular de Montserrat permite la existencia en su
interior de barrancos, pequeños valles e incluso cuevas, por lo que
se le suele denominar a todo ese conjunto como un macizo. Al
abarcarlo con la vista nos podría parecer como una gran “tarta
rocosa” de superficie rugosa y excavada, pero solitaria y aislada,
lo que nos hace pensar que nos encontramos quizás ante una de los
conjuntos geológicos más curiosos de España, del que encuentran
ejemplos similares de otras dimensiones en Cuenca (La ciudad
encantada) y Madrid (La Pedriza).
El Monasterio de Nuestra Señora de Montserrat se encuentra ubicado a 720 metros de altitud en la vertiente oriental de la montaña. Tiene su origen histórico en la Ermita de Santa María de Montserrat fundada en 1025 por el Abad Oliva. Su
situación geográfica es excepcional, entre dos moles contiguas del
macizo y tiene fácil acceso a través de un tren cremallera,
inaugurado en 1892, y un teleférico en funcionamiento desde 1930
que permite escalar cómodamente la montaña.
El conjunto está formado por dos bloques que tienen funciones distintas: por un lado, la Basílica (donde se venera a la Virgen de Montserrat), con las dependencias monacales; y por otro, los edificios destinados a la atención de los peregrinos y visitantes. La imagen de la Virgen de Montserrat, conocida popularmente como La Moreneta por el color oscuro de la cara y de sus manos, es una talla románica policromada de finales del siglo XII o inicios del siglo XIII, realizada en madera de álamo blanco y haya, que mide 95 cm de altura y un peso aproximado de 17 kg.
El Virolai (1) dedicado a la Virgen de Montserrat es, sin lugar a dudas, la canción catalana más popular cuya primera estrofa comienza con el verso "Rosa d'abril, morena de la serra, de Montserrat estel" (Rosa de abril, morena de la sierra, eres la estrella de Montserrat...) escrito por el poeta y sacerdote Jacinto Verdaguer (1845-1902) con música del compositor Josep Rodorera (1851-1922).
(1) https://www.youtube.com/watch?v=Dm9HL0VT9uI
Buenas tardes Alberto::
ResponderEliminarBrillante, ilustrado y encantador, como siempre delicioso.
Un fuerte abrazo
Alfonso Iñigo
Gracias, una vez más Alberto, por tu lección el día de hoy, te has superado ,porque nos has hablado de geografía, geología ,religión y música al mismo tiempo. Durante mi vida profesional he trabajado casi treinta años en empresas cuyas centrales estaban en Barcelona, pero nunca se me ocurrido subir a Montserrat, bien es cierto que en mis tiempos libres tenía otras prioridades. Curiosamente tengo programado un viaje con mi hermana, pero... ¡Agarrate! A visualizar ovnis por la noche, parece que es un sitio único para los locos de este tema, no es mi caso pero si el de mi hermana.
ResponderEliminarMuy interesante Alberto lo del Mont -Serrat. Siempre aprendemos contigo!
ResponderEliminarLa Virgen de Monserrat se veneraba en La Habana, Cuba. Estaba ubicada en la Ermita de los Catalanes, aue fue fabricada por la Sociedad de Beneficencia de Naturales de Cataluña, de la que mi padre, Narciso Sala Parera, fue Secretario y Tesorero por muchos años. Los terrenos de la Ermita fueron comprados por el Gobierno de Cuba para alli coonstruir la Plaza Civica con su monumento a Jose Marti. La Ermita de los Catalanes fue entonces construida en la carretera de Fancho Boyeros, cerca del pueblo Santiago de las Vegas. Cuando visite Monserrat on mi hermano Alberto y nuestra familia de Madrid, tanto mi hermano Alberto como yo nos emocianamos al oir la Escolania de niños cantandole a la Virgen. Era un sabado a las doce del dia. Una experiencia que nunca podremos olvidar.
ResponderEliminarAntonio Sala Mestres